Diputados termina una semana agitada y se prepara para los días más calientes
23:52
En la Cámara baja se prevé la pulseada más fuerte por el proyecto del Gobierno para ratificar las retenciones móviles. El kirchnerismo intensifica los esfuerzos para lograr la aprobación. La oposición busca dar pelea y tiene en danza la posibilidad de contraponer un proyecto único.
Por: Guillermo dos Santos Coelho. De la redacción de Clarín.com.
El Congreso vivió la semana más agitada en mucho tiempo. Desde el domingo, cuando el vicepresidente Julio Cobos dio a conocer la carta en la que exhortaba a encauzar la discusión por las retenciones móviles en el carril parlamentario, los pasillos de ambas Cámaras volvieron a poblarse como en sus mejores tiempos y las líneas telefónicas retomaron vitalidad. El panorama se terminó de clarificar con el envío del proyecto de ley de Cristina Kirchner para que se avale o se rechace la resolución que instaló el polémico sistema. Con vistas a esa disputa, parece estar claro hoy que la principal pulseada será en Diputados. El oficialismo está convencido de que en el Senado, con los números que maneja, el trámite debería ser rápido y favorable. La Cámara baja es otro tema: esa es la pelea que el kirchnerismo no sabe si puede ganar. Además, tras más de 100 días de conflicto, no sólo se trata de conseguir una mayoría que avale las retenciones: la victoria también debería ser lo más contundente posible para restarles fundamentos a las protestas. El sondeo que desde hace dos días realiza Clarín entre los legisladores, para conocer la postura futura, muestra a los opositores con unánime rechazo al proyecto, algunos kirchneristas que lo aprueban y otros que por ahora no quieren responder. En la oposición tienen bastante menos que perder y mucho para ganar, sobre todo si se tiene en cuenta que hasta hace unos días se sucedían las sesiones en minoría sobre el tema y los pedidos para que los legisladores oficialistas se sienten en sus bancas. Ahora, se encuentran con una tribuna y con una exposición que hasta hace un par de semanas era inimaginable. De hecho, la intención de la Casa Rosada de que los legisladores K se abroquelen en defensa del proyecto tiene su contrapartida del otro lado. Revitalizados y animados por las fisuras del oficialismo, en los bloques opositores apareció la tentación de mostrar a su vez un proyecto único sobre las retenciones, aunque ya se escucharon varias voces en contra de la idea. "Todos tenemos que tener concesiones. Llevar un proyecto único también genera inflexibilidad", dijo una de ellas, la de Eduardo Macaluse, del ARI Autónomo, en diálogo con Clarín.com. Más allá de eso, consultados por Clarín.com, fuentes de varios bloques de la oposición reconocieron que el trabajo más arduo para aunar fuerzas, consensuar posiciones y tratar de generar filtraciones en el bloque oficialista se da en Diputados. En esa tarea se concentraron buena parte de los esfuerzos por estos días. Los números muestran los dos rounds bien diferenciados para el kirchnerismo. En Diputados tiene 129 de los 257 legisladores, una mayoría formal ajustada. Pero hay que descontar las deserciones (en algunos casos, como Felipe Solá, incluso fomentando activamente esa postura). También hay que contar los cerca de 30 aliados de la Concertación. En otros casos, estos se plegaban sin mayores dificultades a la postura del Frente para la Victoria. En este, difícilmente se los pueda sumar como bloque monolítico. Y el grupo mayor, el de los radicales K, ya dejó más o menos explícitamente en claro que tiene intención de meter mano en el proyecto. Comparado con la Cámara baja, el Senado le parece al oficialismo un espejo de agua para navegar. Hay allí 42 de los 72 legisladores propios, sin contar ocasionales aliados. Antes de que llegue a los recintos, el trámite parlamentario del proyecto no debería ocasionarle problemas a la Casa Rosada. Dominadas por el FPV están las comisiones de Agricultura y Ganadería y de Presupuesto, que empezarán a discutir no sólo la iniciativa sobre las retenciones móviles sino también el paquete que el oficialismo incluyó en el debate sobre trigo y productos lácteos. Será el lunes, cuando el conflicto que en 100 días pasó casi exclusivamente por rutas y palcos oficiales se traslade por primera vez al escenario parlamentario.
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En la Cámara baja se prevé la pulseada más fuerte por el proyecto del Gobierno para ratificar las retenciones móviles. El kirchnerismo intensifica los esfuerzos para lograr la aprobación. La oposición busca dar pelea y tiene en danza la posibilidad de contraponer un proyecto único.
Por: Guillermo dos Santos Coelho. De la redacción de Clarín.com.
El Congreso vivió la semana más agitada en mucho tiempo. Desde el domingo, cuando el vicepresidente Julio Cobos dio a conocer la carta en la que exhortaba a encauzar la discusión por las retenciones móviles en el carril parlamentario, los pasillos de ambas Cámaras volvieron a poblarse como en sus mejores tiempos y las líneas telefónicas retomaron vitalidad. El panorama se terminó de clarificar con el envío del proyecto de ley de Cristina Kirchner para que se avale o se rechace la resolución que instaló el polémico sistema. Con vistas a esa disputa, parece estar claro hoy que la principal pulseada será en Diputados. El oficialismo está convencido de que en el Senado, con los números que maneja, el trámite debería ser rápido y favorable. La Cámara baja es otro tema: esa es la pelea que el kirchnerismo no sabe si puede ganar. Además, tras más de 100 días de conflicto, no sólo se trata de conseguir una mayoría que avale las retenciones: la victoria también debería ser lo más contundente posible para restarles fundamentos a las protestas. El sondeo que desde hace dos días realiza Clarín entre los legisladores, para conocer la postura futura, muestra a los opositores con unánime rechazo al proyecto, algunos kirchneristas que lo aprueban y otros que por ahora no quieren responder. En la oposición tienen bastante menos que perder y mucho para ganar, sobre todo si se tiene en cuenta que hasta hace unos días se sucedían las sesiones en minoría sobre el tema y los pedidos para que los legisladores oficialistas se sienten en sus bancas. Ahora, se encuentran con una tribuna y con una exposición que hasta hace un par de semanas era inimaginable. De hecho, la intención de la Casa Rosada de que los legisladores K se abroquelen en defensa del proyecto tiene su contrapartida del otro lado. Revitalizados y animados por las fisuras del oficialismo, en los bloques opositores apareció la tentación de mostrar a su vez un proyecto único sobre las retenciones, aunque ya se escucharon varias voces en contra de la idea. "Todos tenemos que tener concesiones. Llevar un proyecto único también genera inflexibilidad", dijo una de ellas, la de Eduardo Macaluse, del ARI Autónomo, en diálogo con Clarín.com. Más allá de eso, consultados por Clarín.com, fuentes de varios bloques de la oposición reconocieron que el trabajo más arduo para aunar fuerzas, consensuar posiciones y tratar de generar filtraciones en el bloque oficialista se da en Diputados. En esa tarea se concentraron buena parte de los esfuerzos por estos días. Los números muestran los dos rounds bien diferenciados para el kirchnerismo. En Diputados tiene 129 de los 257 legisladores, una mayoría formal ajustada. Pero hay que descontar las deserciones (en algunos casos, como Felipe Solá, incluso fomentando activamente esa postura). También hay que contar los cerca de 30 aliados de la Concertación. En otros casos, estos se plegaban sin mayores dificultades a la postura del Frente para la Victoria. En este, difícilmente se los pueda sumar como bloque monolítico. Y el grupo mayor, el de los radicales K, ya dejó más o menos explícitamente en claro que tiene intención de meter mano en el proyecto. Comparado con la Cámara baja, el Senado le parece al oficialismo un espejo de agua para navegar. Hay allí 42 de los 72 legisladores propios, sin contar ocasionales aliados. Antes de que llegue a los recintos, el trámite parlamentario del proyecto no debería ocasionarle problemas a la Casa Rosada. Dominadas por el FPV están las comisiones de Agricultura y Ganadería y de Presupuesto, que empezarán a discutir no sólo la iniciativa sobre las retenciones móviles sino también el paquete que el oficialismo incluyó en el debate sobre trigo y productos lácteos. Será el lunes, cuando el conflicto que en 100 días pasó casi exclusivamente por rutas y palcos oficiales se traslade por primera vez al escenario parlamentario.
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