domingo, 22 de junio de 2008

Documento K


El Partido Justicialista, ante el antidemocrático ataque que con ánimo destituyente y falta de respeto a la voluntad popular se ha hecho a la Presidenta y a los Gobernadores, se ve en la obligación de fijar claramente su posición política.
No es que sorprenda que tales actores, en nombre de la defensa del campo, incurran en esa práctica, que no hace más que retrotraernos a jornadas de 1930, 1955 y 1976, cuando aquel ánimo destituyente fructificó en golpes de estado, siempre argumentado en contra de acciones de los gobiernos elegidos por el pueblo, para culminar apoyando planes como el de Martínez de Hoz
Lo que sí sorprende es la virulencia de un lock-out salvaje e interminable con el que pretenden erigirse en dueños del derecho a transitar, se ufanan de desabastecer y no les importa encarecer los alimentos que las familias argentinas necesitan en su mesa.
Sorprende que en esas condiciones pretendan que pueda haber un diálogo bajo presión; sorprende que invoquen voluntad de diálogo cuando sólo conciben ganar o ganar, sorprende que hablen de dialogar cuando simplemente desacreditan o conciben a las autoridades electas como un obstáculo.
En defensa de la voluntad popular respaldamos la labor de la Presidenta de la Nación, doctora Cristina Fernández de Kirchner y la de los Gobernadores, en especial cuando dan pasos sustanciales para una mejor distribución de la riqueza, que no puede hacerse sin que los que más tienen pongan más.
En consecuencia, exigimos pleno respeto a la voluntad popular y no consentiremos callados ningún artero ataque al gobierno nacional y popular que conducen.
Sostenemos la vigencia del modelo de país que estamos construyendo.
Destacamos el esfuerzo realizado para ayudar al desarrollo del sector agropecuario con múltiples medidas.
Como resultado de esas políticas, la superficie sembrada aumentó de 26,1 a casi 32 millones de hectáreas.
En su intento por constituirse en un partido agrario de oposición política, los pretendidos dirigentes rurales insisten en su rechazo al modelo, a la política económica y a las políticas agropecuarias insistiendo en que quieren ir mucho más allá de las retenciones, agraviando y descalificando, buscando imponer y no dialogar.
No se nos escapa que es una disputa de intereses en donde se debe ceder renta. Un dos por ciento de los productores, que concentran el 50 por ciento de la producción, no quieren aportar al país los casi 750 millones de dólares correspondientes.
Por supuesto no confundimos la actitud de quienes denunciamos, con aquellos pequeños y medianos productores, mujeres y hombres de campo esforzados, que conforman todos y cada uno de nuestros pequeños pueblos, a quienes seguimos convocado a esta lucha por construir un nuevo país en un diálogo que construya nuevos consensos.
Frente a los agoreros y golpistas que pretenden en definitiva detener los cambios y repetir la historia de largos desencuentros de la Patria, como en el 30, el 55 y el 76 y otros golpes de Estado, desde el Partido Justicialista, con apertura y pluralidad asumimos el compromiso de seguir construyendo una nueva Argentina, porque queremos luchar por lo que nos falta, poniendo todo lo que nos sobra: coraje, energía y entusiasmo por un país para todos los argentinos. La Patria somos todos.

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